martes, 3 de febrero de 2009

Saga Crepúsculo


Según ha informado la editorial Alfaguara, encargada de publicar en el mercado español, incluyendo Latinoamérica, las cuatro entregas de la saga -"Crespúsculo", "Luna nueva", "Eclipse" y "Amanecer", entre los cuatro títulos, el libro oficial de la película "Crepúsculo" y la edición de bolsillo de Punto de Lectura se han vendido ya en español más de dos millones y medio de ejemplares.
De esta cifra, un millón y medio corresponde exclusivamente a la venta en España, mientras que en todo el mundo se han vendido 42 millones de ejemplares en 39 países.

Crepúsculo


Hay tres cosas de las que estoy completamente segura: Primera, Edward es un vampiro. Segunda, una parte de él muere por beber mi sangre. Y tercera, estoy total y perdidamente enamorada de él.

Luna Nueva


Cuando el papel me cortó el dedo, sólo salió una gota de sangre del pequeño rasguño. Entonces, todo pasó muy rápido. -¡No!-rugió Edward. Se arrojó sobre mí, lanzándome contra la mesa y aterricé en un montón de cristales hechos añicos. Jasper chocó contra Edward y el sonido pareció el choque de dos rocas... Aturdida y desorientada, miré la brillante sangre roja que salía de mi brazo y después a los ojos enfebrecidos de seis vampiros, repentinamente hambrientos...

Eclipse


De pronto,saltó una chispa de intuición en aquel silencio sepulcral y encajaron todos los detalles. Algo que Edward no quería que supiera. Algo que Jacob no me hubiera ocultado. Algo que había hecho que los Cullen y los licántropos anduvieran juntos por los bosques en peligrosa proximidad. Algo que, de todos modos, había esperado. Algo que yo sabía que volvería a ocurrir, aunque deseara con todas mis fuerzas que no fuera así. ¿Es que nunca jamás se iba a terminar?

Amanecer


«No tengas miedo», le susurré. «Somos como una sola persona». De pronto me abrumó la realidad de mis palabras. Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a la duda. Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia. «Para siempre» concluyó...